Las habilidades motoras finas son aquellas que implican un uso refinado de los pequeños músculos que controlan la mano, los dedos y el pulgar. Con el desarrollo de estas habilidades, un niño es capaz de completar tareas importantes como escribir, alimentarse, abotonarse y cerrar la cremallera. Estas habilidades se desarrollan gradualmente a través de la experiencia y la exposición a una variedad de juguetes, materiales e incluso alimentos.

¿Por qué es importante el desarrollo de la motricidad fina de tu hijo?

Las manitas necesitan desarrollar destreza y fuerza. Nosotros, como padres o cuidadores, podemos ayudar en este proceso animando a los niños a jugar, explorar e interactuar con una variedad de artículos. Los juguetes, los cierres de ropa, las tijeras seguras y la plastilina son ejemplos táctiles de prácticas que facilitan el desarrollo de la motricidad fina. Incluso hacer tareas apropiadas para la edad en la cocina son excelentes maneras de ayudar a desarrollar las habilidades de motricidad fina. Este tipo de actividades «lúdicas» y las habilidades de manipulación ayudarán a preparar al niño para sostener y usar un crayón. La capacidad de hacerlo es el primer paso para aprender a colorear, dibujar y finalmente escribir.